Flores para cada signo del zodiaco

Flores para cada signo del zodiaco

Flores para cada signo del zodiaco

Los signos del zodiaco son símbolos a través de los cuales conocemos algunas de las características de nuestra personalidad. A cada uno de estos signos les corresponden ciertos amuletos. Algunos son colores, otras piedras, y también las flores. ¿Cuál es la flor de la suerte de tu signo?

La flor de Capricornio:

Clavel. El lema de esta flor es “La simplicidad es la mejor de las formas”. Se trata de una flor roja y suntuosa que invita, ante todo, a poner orden en la propia vida y de los demás. Es una flor que crece en patrones geométricos, que remedan la forma en que los nativos de este signo de mueven por el mundo: discretos, pero mejorando aquellos que encuentran a cada paso con una noción muy personal del orden y de los justo.

La flor de Acuario:

Orquídea. Su lema: “Mi singularidad es mi fortaleza”. Las orquídeas son flores exigentes, que no se abren más que en las condiciones que, exigentes, demandan. Algunas florecen una vez al año, y otras no lo hacen más que en décadas. De ese modo es Acuario con su entorno: un espíritu que no se conforma con lo que la vida le ofrece. Quiere que la vida responda a ciertas características, a ciertos atributos, y por ello cambia al mundo.

La flor de Piscis:

Lirio Acuático. Lema: “Mis raíces se hunden en conocimiento secretos”. De la misma manera que esta flor sale al aire, pero mantiene profundas raíces en el agua, muy profundas, de ese modo los nativos de este signo viven a dos mundos, en el de los sueños y el de la realidad. Se nutre de ambos. Sabe arrancar de los sueños nutrientes y herramientas para enfrentar los retos de la vida.

La flor de Aries:

Madreselva. Su lema: “Mis vides suben a las cimas”. De la misma manera que esta flor requiere de poco suelo, y que crece generosa sobre las rocas, muy cerca de las cimas, así Aries requiere de muy poca ayuda y de alimento para subir a lo más alto y conquistar a las cimas. Lo suyo es elevarse a espacios donde nadie más podría llegar, con su solo talento, si esfuerzo, y tendiendo su dominio.

La flor de Tauro:

Amapola. Su lema: “La belleza es el alimento de los sentidos. Esta flor de gran tamaño y de impresionante belleza, crece apenas con esfuerzo, sobre vastos espacios, creando hermosos espacios de belleza y de luz. De ese modo el laborioso todo destaca entre las multitudes: su alma generosa le dota de una luz propia, que no puede mantenerse en secreto. Una mezcla de humildad y poderío.

La flor de Géminis:

Lavanda. Su lema: “Mi expansión es el alma del paisaje”. Así como los nativos del signo de los gemelos poseen una poderosa naturaleza doble, de esa manera la lavanda llena sus campos de un delicado color azul y de un aroma que evoca salud y buenos tiempos. Además de que, como a Géminis, cuando se conoce a la lavanda a fondo, se le encuentran cada vez más propiedades: como perfume, como medicina… La lavanda y Géminis comparten la expansión como uno de sus mayores atributos y bondades.

La flor de Cáncer:

Acanto. Su lema: “Entre mis pétalos se guarda la vida”. Son muy reconocidas las propiedades medicinales de esta flor, sobre todo para mantener la salud de las madres y de los niños recién nacidos. De ese modo los nativos del signo del cangrejo cuidan a las más preciosas formas de la vida con su trabajo y su esfuerzo. Para los Cáncer la familia está primero, de la misma manera que el acanto ofrece sus dones para las representaciones más frágil de la vida.

La flor de Leo:

Girasol. Su lema: “Sigo a la luz”. Los nativos del signo del león son parientes cercanos del sol: toda su energía y su atractivo es una herencia del dorado astro. Por ello su flor más cara es el girasol. Esta flor, alta y robusta, tiene este nombre por su capacidad más distintiva: el continúo seguimiento que hace del sol. De esa manera los leones siguen las fuentes de la luz que nos nutre. Como Prometeo, están dispuestos a robarse la luz y el fuego para brindarlo a todos nosotros.

La flor de Virgo:

Gloria de la mañana. Su lema: “Traigo la claridad”. El representante de Virgo es una flor que, como este signo, posee una belleza relajada y sutil. A esta se le reconocer porque se abre con los primeros rayos del sol, y entonces muestra colores delicados. Así es Virgo: la belleza del mundo le despierta, le hace abrirse, mostrar su secreta belleza, y brillar con generosidad. Virgo reacciona ante la belleza del mundo ofreciendo su propia belleza, la interior y la exterior.

La flor de Libra:

Rosa. Su lema: “Mi belleza te devuelve el equilibrio”. La rosa es una flor compleja, acaso la más conocida de las que existen. Es un objeto que reúne dos dimensiones: la espiritual y la carnal. Es la flor que se liga a dios en muchas religiones, pero también nos remite a la sensualidad femenina. De ese modo Libra combina en sí, de manera perfecta y complementaria, los opuestos materiales y físicos. Flor y signo son una muestra de cómo la vida es la perfecta integración de los extremos.

La flor de Escorpio:

Crisantemo. Su lema: “Mi misterio es liberador”. Esta flor es la que se liga de manera más recurrente con el mundo de los sueños y de los secretos. Es una flor cuyo aspecto remite a una esfera dorada, como el huevo filosofal, pleno de secretos liberadores para el alma y el cuerpo. De esa manera dentro de sí, los escorpiones poseen sentimientos y pasiones violentas, que no son más que diferentes encarnaciones de un amor a toda prueba.

La flor de Sagitario:

Narciso. Su lema: “Ven a la profundidad de mi sueños”. El narciso es una de las flores más bellas que existen, y es al mismo tiempo una de las más particulares. Crece a la orilla de los lagos, pero se eleva orgullosa muy por encima de las aguas. Su nombre proviene del joven que se ahogo por besar su reflejo, pues así de hermoso y vanidoso era. De ese modo son los Sagitario: fuertes pero vanidosos, y deben cuidar los límites que ese dos características les señalan.