Ángeles de cada signo del zodiaco

Ángeles de cada signo del zodiaco

Ángeles de cada signo del zodiaco

Cada uno de nosotros está protegido por un ángel. Seres angélicos que, desde las alturas, entre los astros, nos cuidan y procuran. Se trata de potestades que nos llevan de la mano ante las más duras pruebas de la vida. Hay 12 ángeles que nos protegen, y nos corresponde uno según nuestro signo del horóscopo. ¿Cuál es el ángel que te protege?

El Ángel de Capricornio:

Asariel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “el que obedece su juramento”, es uno de los titanes que defendió el trono de Dios cuando ocurrió la rebelión de Lucifer. Es un ángel que protege a los que protegen a quienes respetan su palabra y que siguen su ética hasta las últimas consecuencias. Es un patrono que conforta a los afligidos con un hermoso regalo: el perfume de las flores por las noches.

El Ángel de Acuario:

Uriel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “El fuego de Dios”, encarna dos potestades. Por una parte, es la ira de Dios. Por la otra, es la luz de las estrellas. Uriel es, por una parte, quien da a cada uno lo que merece, con justicia. Por la otra, es quien ayuda a los navegantes perdidos a encontrare su rumbo. Se trata de un ángel que auxilia a Acuario en sus luchas por el cambio, y cuando en esas luchas se pierde a sí mismo. Gracias a la luz de Uriel, Acuario no temerá avanzar en sus búsquedas existenciales.

El Ángel de Piscis:

Cassiel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “El que avanza a solas en la vanguardia” es una potestad que protege a los que toman la cabeza, a los que avanzan en soledad por caminos que los demás no se atreven a tomar. Es el protector de los que, como Piscis, se deciden a internarse por las sendas misteriosas donde el sueño y la realidad convergen. Cassiel es el que escucha las oraciones de quienes tienen fe, y aporta consuelo a los que se sienten solos: dos actos muy comunes en la vida de los peces.

El Ángel de Aries:

Camael. Este ángel, cuyo nombre es una aliteración de la letra cabalística Aleph, es el que todo lo ve. Cuanto pasa en todas partes, en todo espacio, en todo momento. Es la mirada de Dios. Su sabiduría protege a Aries, ese signo que quiere subir a los puntos más altos para disfrutar de esa misma: ver de un solo vistazo todas las cosas, todas las vidas, todos los hechos. Esa ambición es la que mueve a Aries en su camino a la cima, y es una en la que Camael, con su poderosa visión, le acompaña.

El Ángel de Tauro:

Hagiel. Este ángel, cuyo nombre significa “la luz de la inteligencia”, mora sobre Venus, el astro de la belleza y del cuerpo, y es protector de los trabajadores, de aquellos que se esfuerza y usan su fortaleza física para cambiar su entorno en bien de todos. Por ello su signo preferido es Tauro, que es un gran trabajador. Con el favor de Hagiel, la inteligencia acompaña a los esfuerzos del toro, y le garantiza el éxito en la medida que se mantenga fiel a sí mismo.

El Ángel de Géminis:

Zaphkiel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “La palabra de Dios”, es el portador de la voluntad divina, del verbo que modifica la realidad, de las acciones que profundizan las fortalezas del amor. Con su consejo y guía, Géminis podrá hacer uno voluntad y palabra, acto y deseo. Algo que no siempre le sale bien a los Géminis, seres siempre divididos en principios contradictorios. Zaphkiel le hará sincero y digno del amor de aquellos que le aman.

El Ángel de Cáncer:

Gabriel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “Dios es mi fortaleza”, es protector de los que defienden su hogar, su familia y su amor. Este legionario es el líder la armada angélica, defensora del bien y de los que debe pervivir. Por ello es el protector de los Cáncer, un signo que defiende ante todo el hogar y la familia. Gracias a Gabriel, Cáncer tendrá la fortaleza para defender la tradición del amor y la herencia de la familia.

El Ángel de Leo:

Raciel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “Instrumento del señor”, es protector de los exploradores y de los descubridores. Se le relaciona con Urano, el astro que guía a los que avanzan por tierras ignotas. Raciel se encarna en la luz de las estrellas y en el fuego de los faros, que ayudan a los navegantes a encontrar su camino a casa. Por ello es el ángel protector de los nativos del signo de Leo, personas que siempre van a la vanguardia por los caminos de la vida.

El Ángel de Virgo:

Metatrón. Este ángel, cuyo nombre significa “cambio perdurables” es el conStructor de los palacios y del trono de Dios. Es su ángel más cercano, y se cree que conoce todos sus secretos. Es una potestad que erige en donde nadie podría construir, que crea ciudades de la nada. Por ello protege a los Virgo, que son personas ligadas a lo nuevo, a lo que nace, a lo que brota en la nada. Gracias a MEtatrón, Virgo siempre tendrá éxito en su necesidad de reinventarse a sí mismo.

El Ángel de Libra:

Jophiel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “belleza divina”, es el protector de las puertas del Edén. Es el encargado de velar que el Paraíso se conserve y se mantenga. Por ello es el protector de los Libra, un signo que protege la armonía y el equilibrio, el suyo y del mundo que habita. Jophiel ayuda a los Libra a mantener un buen juicio, a mantener la mirada abierta para mantener el bienestar que está llamado a restablecer.

El Ángel de Escorpio:

Azrael. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “Con la ayuda de Dios”, mora en el planeta Plutón, astro regente de Escorpión, ligado siempre a la división entre la frontera entre la vida y la muerte. Es el astro de las pasiones más profundas, las más mortales, y por ello es el protector de los escorpiones, que viven con tanta intensidad, que hacen de todo amor una batalla entre la vida y la muerte.

El Ángel de Sagitario:

Zadkiel. Este ángel, cuyo nombre quiere decir “la justicia de Dios, mora en Júpiter, y se relaciona con los cambios profundos. A través de este ángel, Dios pone orden en donde es necesario restablecerlo. Por ello es el protector de Sagitario, que se pone en la vanguardia para modificar aquellos que es necesario modificar. Zadkiel ayuda a los arqueros a ser acertivos y proactivos en sus actos de justicia y desarrollo.