Elementos de cada signo del zodiaco
Se creía que cuatro elementos esenciales dieron origen a toda la materia del mundo, incluyendo a los astros que nos rigen. Las constelaciones que dominan a los signos se corresponden a uno de esos elementos: Agua, Aire, Tierra y Fuego. Elementos que le dan ciertas características añadidas, positivas y negativas, a cada uno de los signos del horóscopo.
¿Qué elemento se corresponde con tu signo?
Signos de Fuego
Son signos de un carácter fuerte, avasallador, seductor. Como el fuego, inflaman lo que tocan, sean personas o cosas. Su mero toque transforma y cambia de manera irreversible. Son impulsivos y poco dados a la reflexión. Creen que para cambiar y avanzar es necesario, antes, destruir y luchar, pues no creen ni en el diálogo ni en la negociación. Se prueban constantemente, pues creen que si dejan de moverse, desaparecerán sin dejar huella. Por ello, son personas que nunca dejan de transformarse, de evolucionar, y de mover todo a su alrededor.
El Fuego de Aries.
Los Arianos poseen un fuego elemental, iracundo, pero poderoso. Este fuego avanza liquidando a los obstáculos y a la competencia. Es un fuego de ambición, de éxito social, que se alimenta ante todo del ego.
El Fuego de Leo.
Esta es una llama que absorbe y une, es la llama de una pasión exacerbada. Es el fuego de quien desea seducir y agradar, de quien no tolera ni la soledad ni la noche oscura. El fuego de quien desea mandar, sin que por ello dejen de amarlo.
El Fuego de Sagitario.
Es un fuego que viene de la mente y del cálculo. Es el fuego que se abre camino incansable hacia un objetivo concreto, y que no cesa hasta alcanzarlo. Pero no es una llama que destruya, sino que hace de lo que toca un nuevo objeto, más útil, más verdadero.
Signos de Tierra.
Se trata de signos que están profundamente atados a los signos naturales, a la madre tierra, a la fertilidad y a las estaciones. Son signos serenos, que creen que todas las personas y todas las cosas necesitan de su tiempo y de su espacio para desarrollarse, echar raíces y rendir frutos. Tienen fe en el trabajo, en la cooperación, en la comunicación. Saben que el origen de todo cambio es el desequilibrio, y que nuestra misión en la vida es restablecer lo que debe volver a su nido.
La Tierra de Tauro.
Es la tierra del campo de labranza, fértil, llena de semillas y de posibilidades, que sobrevive a las inundaciones y al fuego. Es un suelo perseverante, en donde sólo crece aquello que con amor se ha sembrado y conservado con paciencia y talento.
La Tierra de Virgo.
Es la arena de la orilla del mar. Suave, delicada, pero suelta y a merced de las mareas y de los vientos. Es una tierra que cambia su forma y sus funciones, que tolera el golpe de la ola, y que lo mismo es el hogar de pequeñas formas frágiles, como ella misma.
La Tierra de Capricornio.
Es la tierra de una montaña, que se ha resquebrajado, que sabe de las duras condiciones de la existencia, pero que no por ello sucumbe. Es una tierra que se da sombra y nutre los ríos. A pesar de estar cerca del cielo, cumple con su trabajo con humildad.
Los signos de Aire.
Se trata de signos que creen en la evolución, en la adaptación, en la capacidad que debemos tener de llenar todos los espacios. Son signos de personas persistentes, que saben que puede más un viento constante que el golpe más contundente. Son tan hábiles en su trabajo y sus acciones que resultan invisibles para la mirada. Se trata de signos de personas de espíritu leve, de naturaleza alegre, y de invencible optimismo ante las adversidades de la vida.
El Aire de Géminis.
Es el aire de las montañas más altas, de los espacios abiertos. Es un aire delgado y ligero, que apenas ha sido tocado por las cosas. Es el aire intocado, un tanto frío, de los espacios naturales. Es un aire transparente, que no oculta sus intenciones ni sus bondades… como tampoco su capacidad de hacer el mal.
El Aire de Libra.
Es el aire de la brisa del mar: lleno de olores y sabores. Es un aire que posee el equilibrio justo entre lo vida y los elementos minerales, entre el aire y el agua, entre mar y tierra. Es una brisa con sonidos, incluso, en donde laten armonía y equilibrio.
El Aire de Acuario.
Es el aire que anuncia la lluvia, cargado de olores a ozono y tierra mojada. Es el aire que anuncia el cambio y la renovación, cimbrado por el relámpago y oscurecido por las nubes. Es el aire un tanto misterioso, que anuncia que las cosas serán diferentes, pero siempre buenas.
Los signos de Agua.
Son los signos más sensuales e imaginativos, más ligados a su hogar y a sus afectos. Son signos de personas mutables, que viven en una continua transformación. Creen que la vida es un espacio en el que el cambio nunca debe de cesar, pues la inmovilidad sólo empantana y mata las aguas. La corriente y la marea, son formas en que la vida crea ciclos hacia el cambio. El agua es el origen de la vida, y es donde buscamos nuestro destino.
El Agua de Cáncer.
Es un agua estancada, la que se queda cuando se retira la marea. Donde viven los anfibios que pueden vivir tanto en el agua como la tierra. Los espacios donde la vida se pone a prueba, y donde surgen nuevas habilidades: el hogar donde se pasas del agua al aire.
El Agua de Escorpio.
Es el agua revuelta de las cascadas y de los rápidos, del golpe de las olas. Es el agua de la que salen el oro y los sueños. Un agua de pasiones y de deseos encontrados. Es el golpe que nos dice que ahí, bajo la quita superficie, late un corazón impetuoso.
El agua de Piscis.
Es un agua en donde lo marino y lo dulce se encuentran: es el agua del río que llega al mar, es el agua soñada que se topa con el agua de los días. Es el agua que de improviso cae sobre el desierto, y le hace brotar flores. Es el agua de la imaginación, de lo que crea.
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